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7 consejos para mejorar tu rendimiento nadando
La natación es uno de los deportes más beneficiosos para nuestro cuerpo. Para mejorar el rendimiento y que los beneficios sean todavía mayores, repasa estos siete consejos fáciles de aplicar que te damos.
15 Junio 2021
|- 1. Controla la respiración
- 2. Sigue el movimiento de todo el cuerpo
- 3. Las piernas cumplen un importante papel
- 4. Comienza el nado en posición horizontal
- 5. No salpiques demasiado, no lo necesitas
- 6. El tiempo es lo de menos
- 7. Trata de buscar apoyos necesarios
Nada como el calor del verano para practicar uno de los deportes más recomendados en cualquier época del año, la natación. Si todavía no lo sabéis, la natación se trata de uno de los deportes más completos que existen. Nos ayuda a aumentar la resistencia cardiopulmonar, a mejorar la circulación sanguínea, y desarrolla la mayoría de músculos del cuerpo, en especial brazos, espalda y hombros. Si de una vez por todas quieres comenzar a practicar natación este verano, te dejamos una serie de sencillos consejos para mejorar tu rendimiento nadando y aprovechar el tiempo perdido.
1 Controla la respiración
- La clave de la natación se encuentra en la forma de respirar. Para ello, es fundamental aprenderse varias nociones básicas.
- El nadador debe coger el aire fuera del agua por la boca y la nariz, no solo por una de las vías.
- El aire se expulsa dentro del agua.
- La inspiración es a través de la boca, mientras que la espiración debe comenzar por la nariz y acabar por la boca, de manera controlada.
- El aire no debe expulsarle antes de estar en disposición de efectuar una nueva inspiración.
2 Sigue el movimiento de todo el cuerpo
Nadamos impulsando todo el cuerpo, por ello tenemos que prestar atención en coordinar todos los músculos que nos ayudan a propulsarnos. Uno de los brazos tiene la función de impulsar el cuerpo e iniciar la propulsión del movimiento, por ello se tine que evitar que el brazo 'muerto' vaya el primero o se extienda a la vez que el otro hacia delante. La natación es un movimiento orgánico, y solo siéndolo tú podrás mejorar.
3 Las piernas cumplen un importante papel
El movimiento de nuestras piernas es fundamental a la hora de incrementar el rendimiento nadando. Si nuestras piernas van más rápido que el movimiento de los brazos aumentarán la resistencia del avance y no conseguiremos ese movimiento de propulsión que pretendemos realizar. Al contrario, estaremos frenando el movimiento. Si no has estudiado los movimientos de batido de piernas para el crol, nunca mejorarás tu técnica de nado.
4 Comienza el nado en posición horizontal
Es importante revisar que estemos empleando una posición horizontal al nadar, ya que aunque parezca una tontería, muchos nadadores se desplazan con el tren inferior más hundido que el tren superior, lo que es un error. Si eres uno de ellos, o en general no mantienes la horizontalidad en el nado, se antoja necesario practicar ejercicios para lograr una posición equilibrada y mejorar la aerodinámica.
5 No salpiques demasiado, no lo necesitas
Se ha demostrado que el hecho de salpicar no beneficia nada al nado. Cuando vemos a personas nadando rápido, que más que nadar es salpicar, algo mal están haciendo, ya que esos movimientos bruscos lo único que hacen es empeoran las corrientes de succión. Para hacerlo bien necesitas ser un nadador profesional. Hasta que no lo seas, trata de excluirlo de tu rutina de natación, porque no te va a servir para nada.
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6 El tiempo es lo de menos
No pienses en el tiempo que tardas en hacer un largo, ni en lo rápido que nadas, el tiempo en la natación está sobrevalorado salvo que vayas a competir. El objetivo no debería ser tardar poco en nadar de un punto a otro, sino mejorar la calidad y la técnica en la natación. Evidentemente, una cosa conlleva a la otra, y cuando mejoremos la técnica a la hora de nadar, está claro que nadaremos a su vez más rápido.
7 Trata de buscar apoyos necesarios
Este último consejo es algo más técnico. Uno de los errores que más se comete en la natación es no controlar los apoyos que mantenemos en el agua. Se trata de un problema que se mejora trabajando la percepción y la sensibilización de la mano en esos apoyos. Si no tenemos un buen apoyo con la mano, esta desciende y favorece que el codo baje, rompiendo la correcta posición del brazo en el agua. Tenemos que reforzar los apoyos para conseguir un nado efectivo.