Qué es una hernia discal y cómo curarla
El dolor de espalda es una de las dolencias más comunes entre la población. Algunos de estos dolores vienen provocados por la temina hernia de disco o hernia discal. No todas las hernias de disco son igual de graves o se tratan igual. Realizar ejercicio correctamente y un diagnóstico médico eficaz te ayudarán a tratar y curar la hernia discal.
06 Agosto 2018
|Una hernia discal se produce cuando uno de los discos intervertebrales se desplaza hacia las raíces nerviosas, lo que desencadena dolor agudo, habitualmente en la zona lumbar. Descubre con MENzig.fit cuáles son los síntomas de la hernia de disco y cómo puedes hacerle frente con una rutina de entrenamiento.
Cómo se produce una hernia discal
Los discos intervertebrales son los tejidos que separan las vértebras de la columna. Se componen de un anillo externo de colágeno y un núcleo pulposo con textura gelatinosa. La hernia discal se produce cuando parte del núcleo sale hacia fuera, como consecuencia del deterioro del disco. En ese caso, el núcleo suele ejercer presión sobre los nervios cercanos, lo que deriva en dolores agudos e intensos.
El cuerpo humano se compone de 33 vértebras en el momento del nacimiento, que acaban reduciéndose a 26 en una persona adulta. El tipo de hernia depende de en qué vértebra se produzca. La más habitual es la lumbar, que afecta a cintura, glúteos y piernas; seguida de la cervical, cuyos efectos se notan en el cuello, los hombros y los brazos.
Si sospechas que sufres una hernia discal, acude a tu médico para que te someta a una exploración. Una rápida detección contribuye, como siempre, a combatirla de forma más eficaz. Entre las pruebas que te pueden practicar figura la resonancia magnética.
Las consecuencias de padecer una hernia discal
La consecuencia más habitual de una hernia discal es un intenso dolor de espalda. El dolor de espalda afecta en España al 18% de la población, según datos del Ministerio de Sanidad, y es una de las principales causas de baja laboral entre los trabajadores.
¿Cómo diferenciar un dolor de espalda común del que causa una hernia de disco? El segundo suele ser más intenso y se produce de manera instantánea. Por otra parte, el dolor que provoca una hernia suele comenzar en el punto donde se localiza la lesión y de ahí irradiarse a las extremidades más cercanas.
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Así, una hernia de disco cervical afecta al cuello, los hombros, los brazos y a veces también las manos. No tiene por qué ser dolor, en el caso de las extremidades puede provocar entumecimiento y sensación de hormigueo.
Por su parte, la hernia lumbar extiende las molestias a los glúteos, las piernas y los pies, lo que se conoce como ciática.
Infórmate con MENzig.fit de cómo puedes evitar la hernia discal y, si ya la sufres, qué tratamiento puedes llevar a cabo para combatirla, siempre previa consulta a tu médico.
Cómo evitar una hernia de disco
La hernia discal suele producirse como consecuencia de una actividad física intensa, un traumatismo, un movimiento brusco o una mala postura. La aparición del dolor suele ser inmediata. Si estás realizando ejercicio, detente en cuanto sientas molestias.
En la aparición de una hernia de disco también influyen la genética y las condiciones físicas de quien la sufre. Por ejemplo, una mujer embarazada o una persona obesa tiene más posibilidades que otra de padecer una hernia, ya que soporta mucho peso sobre su columna.
Para evitar la temida hernia discal es recomendable mantener los músculos de la espalda y el abdomen en buena forma. Y eso se consigue, aparte de con una alimentación saludable rica en proteínas, con ejercicio físico.
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Ejercicios para combatir la hernia discal
Descarta los deportes que impliquen torsión abrupta del torso como son el tenis o el pádel, si sufres de hernia de disco. También las actividades de alto impacto. Y no hagas un sobreesfuerzo en el gimnasio, ni te aventures por tu cuenta y por primera vez en actividades donde la posición es lo más importante, como el pilates o el yoga. Estas disciplinas sirven para corregir la postura (otra de las posibles causas del deterioro del disco) y fortalecer los músculos internos, pero si nunca las has practicado antes, debes hacerlo con entrenador para evitar lesiones.
Aparte del yoga y el pilates, el ejercicio aeróbico te ayuda a recuperarte de una hernia discal, siempre que lo practiques con moderación y alerta a cualquier molestia.
Tratamiento de la hernia discal
Existen diferentes tratamientos para curar una hernia discal. Tu médico será el encargado de suministrarte el que mejor se adapte a tu estado y tus necesidades.
Algunas hernias de disco sólo requieren reposo e ingesta de analgésicos, mientras que para sanar otras es necesario pasar por cirugía para extraer la hernia.
Sea cual sea tu tratamiento, lo más probable es que incorpore una actividad física moderada, una alimentación saludable y sesiones de fisioterapia. La fisioterapia resulta de gran ayuda para aliviar los dolores que provoca la hernia discal.
Si ya has superado una hernia, y siempre bajo la supervisión de tu médico, acudir al fisioterapeuta y al gimnasio puede ayudarte a evitar una recaída.
Descubre con MENzig.fit todo lo que necesitas saber sobre la hernia discal para prevenir su aparición.