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Yoga y entrenamiento de fuerza, la rutina de workout perfecta
Conoce todos los beneficios que tiene el yoga para el entrenamiento de fuerza (y viceversa).
| 03 Marzo 2023
En ocasiones nos dejamos llevar por los estereotipos del yoga, pensando que es una disciplina para nuestras madres, y eso hace que nos estemos perdiendo todo un mundo de ejercicios que podrían ayudarnos mucho, tanto para nuestra salud mental como para reforzar nuestra fuerza física. Porque sí, como lo oyes, el yoga puede ser una pieza clave en una rutina de entrenamiento con fuerza. Veamos por qué.
Los asanas, la base del yoga (y el mejor entrenamiento de fuerza posible)
Se denomina asana a cada una de las distintas posturas del yoga. Las claves de los asanas son la lentitud de movimientos, la fase estática, la respiración consciente y dirigida y la atención mental.
La práctica del yoga se basa en estos asanas pero, para poder mantener las posturas en la fase estática, hay una gran demanda de fuerza muscular. Una persona que tenga una musculatura definida y trabajada podrá aguantar la postura durante más tiempo, y de esta manera, los efectos serán mayores. Fuerza y yoga se retroalimentan, alivian los desequilibrios y compensan las deficiencias que se dan en cada entrenamiento.
¿Un ejemplo de esto que comentamos? Fácil. En una rutina de fuerza nos centramos mucho en conseguir levantar el máximo peso posible, pero no dedicamos un tiempo proporcional a estirar adecuadamente, ni antes ni después... ni durante, pues recientes investigaciones del Instituto de Salud de los EEUU han demostrado que los estiramientos entre series de ejercicios ayudan a fortalecer la masa muscular. Es aquí donde las funciones y los beneficios del yoga tomarían mucha importancia como complemento al entrenamiento de fuerza, y permitiría cubrir las deficiencias del mismo.
Nada como el yoga para aumentar la movilidad en tus ejercicios
Las distintas posturas de yoga aportan una mayor flexibilidad tanto muscular como articular. Así, se ve aumentado nuestro rango de movimiento en cada ejercicio de fuerza, lo que ayuda a disminuir el riesgo de sufrir lesiones o molestias en zonas especialmente sensibles ante una rutina que a priori requiere tanto esfuerzo. Con una buena movilidad, podrás ejecutar sin problemas los distintos ejercicios y evitarás una mala repartición del peso y los efectos negativos que conlleva.
Esto se aplica a muchas zonas del cuerpo, no solo al tren superior. Por ejemplo, una mayor movilidad en las piernas te hará conseguir una sentadilla más profunda y, por lo tanto, más efectiva. En el caso del press banca, una mayor movilidad torácica te permitirá hacer un buen arco lumbar con el que levantar más peso. Y así con la mayoría de entrenamientos.
Lo más visto
Ya que mencionamos la parte baja de la espalda, cabe señalar que el yoga también favorece la buena postura corporal, lo que hará que nuestra técnica y ejecución en los levantamientos y otros ejercicios de fuerza sea más correcta, evitando así dolencias posteriores. A la vez, es necesario tener una musculatura fuerte en esta zona posterior para lograr mantener la espalda erguida durante los asanas.
Como vimos al principio, una de las claves de estos asanas es la concentración y la respiración consciente. Saber controlar nuestras inhalaciones y exhalaciones en cada repetición de un ejercicio de fuerza nos beneficiará y hará que no nos encontremos hiperventilando tras cada repetición o serie.
Como broche final al entrenamiento, practicar yoga hará que tu cuerpo vuelva a la calma después de un ejercicio de alta intensidad. Cada músculo se recuperará de una forma más efectiva, rápida y orgánica. Así que ya sabes, cómprate una esterilla y entra en el mundo del yoga. Quizás es el el factor que termine por desarrollar tu cuerpo y alcanzar el objetivo que no estabas logrando con un simple entrenamiento de pesas.