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Los errores más comunes entre los que hacen dieta
Las dietas siempre han sido uno de los objetos de comedia más utilizados, precisamente porque nadie las cumple, o porque nadie las sigue de manera correcta. Por eso, te contamos algunos de los errores más comunes a la hora de empezar.
| 28 Mayo 2019
Las dietas se caracterizan por ser una de esas cosas que suelen tomarse a la ligera, tanto para cumplirlas como a la hora de empezar una. Ese ímpetu irracional que emerge dentro de nosotros y que se transforma en un condenatorio: "voy a ponerme a hacer dieta".
Una dieta es uno de los recursos más utilizados a la hora de querer alcanzar un objetivo específico de nuestro cuerpo como puede ser la pérdida de peso (la causa más extendida). Sin embargo, en muchas de las ocasiones que una persona pronuncia las palabras malditas, no sabe muy bien dónde se está metiendo. Por eso, te contamos algunos de los errores más comunes de los que se inician en este mundo.
Las expectativas
El primer error de todos ellos son las expectativas. Son las asesinas de la realidad. En el momento lúcido en el que se nos ocurre hacer una dieta, siempre se figura una meta muy superior a la que podremos llegar. Y esto no se debe solamente al esfuerzo que pueda realizar cada uno, que también, sino a los tipos de dieta a los que se recurren.
Muchas veces se tiene la concepción de que la dieta va a resolver nuestros problemas en un tiempo récord, y esto no es ni parecido a la realidad. Como acostumbramos a decir, todo conlleva un tiempo. De hecho, el organismo siempre tiene que ir amoldándose a las nuevas rutinas a las que lo estás sometiendo. Aunque puede darse el caso de ir en el buen camino hacia el objetivo propuesto. En ese caso, lo más seguro es que te relajes, y por lo tanto, vuelvas al punto de inicio.
La dieta inconsciente
Otro de los problemas propios de los que se introducen a las dietas es que no acuden a un especialista. En muchas ocasiones recurrimos a nuestro 'sentido común' que empieza a hacer operaciones matemáticas abstractas: "Con que coma un poco más de verdura y me quite las cervezas del finde voy bien". Y la realidad es que, como no acudas a un nutricionista, poco vas a poder hacer más que perder tu tiempo.
Si quieres ponerte en serio a hacer una dieta, necesitas ayuda de los especialistas. Sí, puede costar algo de dinero, pero si quieres hacer las cosas bien, esta es la manera correcta.
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Los tipos de dieta
Hay una lista muy larga para cada tipo de objetivo. Existen las dietas para adelgazar, para engordar, para tener mayor masa muscular... Y esto es solo a grandes rasgos, luego existen dietas más específicas como la cetogénica (poco consumo de hidratos de carbono), dieta desengrasante o la dieta disociada. Todas y cada una de ellas tiene un objetivo distinto, así que infórmate bien de lo que quieres para que no equivocarte.
Una dieta detox (desintoxicante), por ejemplo, no consiste en beber zumos y batidos de frutas y verduras como si se tratara de un desatascador de tuberías. Está basada en el consumo de frutos secos, frutas y verduras, pero no es necesario triturarlas y, sobre todo, no es necesario pasar hambre.
Creencias incorrectas
Entramos en el campo de los tópicos que todo el mundo sabe pero que nadie se molesta en comprobar. Entre todas las 'fake news' del mundo de las dietas destaca una por encima del resto: puedo perder peso sin tener que hacer ejercicio físico. Es cierto, puedes perder peso cambiando tus hábitos alimenticios, pero es una cantidad mínima y, tarde o temprano, vas a tener que practicar deporte.
Muchas de las personas que comienzan este cambio alimenticio creen que no necesitan levantarse del sofá y dejar de ver series. En caso de que quieras perder peso, cambiar tu alimentación te ayudará, pero solo hasta un punto.
A pesar de todo el esfuerzo por conseguir tu objetivo, no vas a quedarte así para siempre. Las dietas son instrucciones para guiarte hacia lo que quieres conseguir, pero la meta no debe establecerse en un momento concreto, ya que hay que mantener esos hábitos para no volver al inicio. Es decir, la dieta no tiene que convertirse en algo temporal, sino en algo rutinario, en un nuevo hábito.
Olvídate de los medicamentos. Las soluciones mágicas encapsuladas en pastillas no van a ayudarte a adelgazar. Este tipo de comprimidos suelen ser una ligera ayuda para bajar de peso, pero el trabajo sigue siendo cosa de la alimentación. Además, algunas de las empresas no tienen fundamentación científica, por lo que es probable que no sirva de nada.