Dolor cervical: síntomas, causas y tratamientos

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El dolor cervical: síntomas, causas y tratamientos

El dolor cervical es una dolencia muy común, que sin embargo puede tener muchísimas causas y, a la vez, una multitud de síntomas muy dispersos. Por eso, es fundamental conocer qué puede provocar el dolor cervical y cómo puedes tratarte.

Por MENzig  |  05 Febrero 2019

El dolor cervical es una de las dolencias que más padecemos y puede estar provocado por diversas causas. En MENzig.fit te vamos a dar las claves para identificar este problema y solucionarlo.

¿Qué es el dolor cervical?

¿Quién no ha tenido alguna vez dolor cervical? Se podría definir esta dolencia, también conocida como cervialgia, como un dolor que puede tener desde una intensidad leve a intensa y que afecta al cuello.

El dolor cervical puede ser provocado por una lesión, un pinzamiento nervioso o un problema muscular, generalmente causado por una protusión en uno de los discos intervertebrales. Otra de las razones que lo pueden causar es la cervicoartrosis.

Si la intensidad del dolor es aguda, se denomina cervialgia aguda. Estamos ante un dolor muscular agudo o reumatismo muscular. Si el dolor perdura durante más de tres meses se traduce en dolor cervical crónico.

Los dolores cervicales se dan más en mujeres que en hombres y los especialistas aseguran que todos, absolutamente todos, padeceremos dolor cervical alguna vez a lo largo de nuestra vida.

Causas del dolor cervical

El dolor cervical se localiza en el cuello, una de las partes con más movimiento de nuestro cuerpo. Por esta razón, es en la parte cervical donde más distensiones y sobrecargas se originan. Las causas más habituales son:

Las malas posturas son una de las principales causas de dolor cervical.
Las malas posturas son una de las principales causas de dolor cervical. Shutterstock

Síntomas del dolor cervical

Según el tipo de dolencia que afecte a nuestro cuello, tendremos unos síntomas determinados. Cuando tenemos una lesión o dolencia cervical lo vamos a notar, con casi toda seguridad, en la parte alta de la espalda o en la nuca. Además, tendremos cierto dolor de cabeza, en las sienes e incluso en las mandíbulas.

Algunos síntomas pueden aparecer por problemas emocionales y no físicos. Puede ser por estrés, pero también por ansiedad: en este caso, la razón es la contracción de los músculos que unen la cabeza con los hombros.

Síntomas más frecuentes

  • Náuseas: aparecen producto de un pinzamiento en un músculo o un nervio.
  • Vértigos: suelen estar provocados por problemas en el flujo sanguíneo.
  • Mareos: están relacionados con algún problema en el oído o algún tipo de infección.
  • Dolor de cabeza: caso típico en caso de cefalea tensional y dolor de cuello originado a una alteración en la estructura articular, muscular o nerviosa de las cervicales.
  • Hormigueo y pinchazos: el dolor cervical puede expandirse hacia los hombros, brazos y manos y sentiremos estas partes entumecidas o con hormigueo.

Síntomas menos frecuentes

  • Fiebre.
  • Cansancio.
  • Pitidos en los oídos.
  • Somnolencia.
  • Trastornos visuales.

Tratamiento del dolor cervical

El tratamiento del dolor cervical es el proceso que tiene como objetivo eliminar el mismo y, estos es muy importante, disminuir la rigidez del cuello. Para conseguir reducir el dolor hay dos bases fundamentales: medicación y rehabilitación.

Uno de los dolores cervicales más habituales viene originado por el famoso latigazo cervical. El tratamiento en este caso es conservador y sencillo: reposo, además de la ingesta de antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares entre 2 y 4 semanas.

Podemos dividir el dolor cervical en cuatro tipos, atendiendo a su gravedad y posterior tratamiento:

  • En dolencias leves o de grado I, los casos más frecuentes, solo requieren tratamiento analgésico.
  • En dolencias de grado II o de intensidad media, el dolor cervical se trata con reposo en cama durante un par de días. Se recomienda, también, realizar ejercicios de movilidad que sean cómodos y no dolorosos. Este caso podría requerir rehabilitación.
  • En casos de esguinces graves (de tipo III y IV) requieren un tratamiento más prolongado y focalizado.

La complejidad que rodea al dolor cervical hace que en muchas ocasiones no se solucione con un solo tipo de tratamiento. Cuando los tratamientos conservadores hayan fracasado, se puede intentar un abordaje multidisciplinar.

Las alternativas al tratamiento rehabilitador están la electroterapia a base de del uso de corrientes analgésicas, la magnetoterapia que es el uso de campos magnéticos y la masoterapia o tratamiento mediante masajes decontracturantes.

La fisioterapia manual es, posiblemente, la solución más demandada por las personas que sufren dolor cervical y no consiguen eliminarlo con medicación. Hay muchas técnicas que los profesionales pueden aplicar, dependiendo del tipo de dolor que se padezca, pero las más útiles son los masajes, estiramientos y movilizaciones.

Un dato importante que manejan los expertos es que el 80% de las cervicalgias suelen mejorar en menos de tres semanas, independientemente del tratamiento con el que se haya tratado al paciente.

El dolor cervical es un problema que se debe atajar en cuanto aparezcan las primeras molestias, tanto en la parte cervical como en la zona alta de la espalda. Descubre con MENzig.fit cómo reconocerlo y tratarlo adecuadamente.

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