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8 consejos para evitar errores comunes durante una dieta de entrenamiento
Más allá de una lista de alimentos con sus nutrientes y cantidades específicas que debes seguir a rajatabla, esta lista de consejos básicos para gestionar tu dieta lo mejor posible puede contribuir a tu rutina de entrenamiento y hacer más llevadero tanto la propia dieta como hacer ejercicio.
14 Junio 2022
|- 1. Ajusta la dieta en los días de descanso
- 2. No comas cosas que no te gustan o a las que tu cuerpo reacciona mal
- 3. La hidratación es muy importante
- 4. No comas en exceso antes de entrenar
- 5. Comidas de recuperación
- 6. Proteínas e hidratos de carbono para ejercicios exigentes
- 7. Los días de saltarse la dieta están permitidos
- 8. Ajusta tu alimentación a tus necesidades, no caigas en dietas generalistas
No nos cansaremos de decirlo: sin una alimentación adecuada, tu entrenamiento físico no vale de (casi) nada. El puro workout no será suficiente para alcanzar una buena forma o un estado de salud óptimo si no lo combinas con una dieta específica que se adapte a los resultados que buscas y a lo que tu cuerpo necesita.
En este artículo vamos a enumerar una serie de claves para cuadrar y clavar tu dieta, y que te permita alcanzar el objetivo lo antes posible.
1 Ajusta la dieta en los días de descanso
Durante los días de descanso o recuperación, donde se tiene como objetivo relajar los músculos sin demasiada actividad física, deberíamos ajustar nuestra dieta. Lo recomendable es reducir las calorías que consumimos en los días que no pasamos por el gimnasio. Durante los días de entrenamiento necesitas una cantidad de calorías extra para que tu cuerpo repare, pero en los de descanso no es así, y comer lo mismo en ambos puede ralentizar considerablemente tu progreso.
2 No comas cosas que no te gustan o a las que tu cuerpo reacciona mal
A veces obsesionarse demasiado es contraproducente. Querer llevar la dieta a un extremo y ser absolutamente exigente con lo que tenemos que incluir en nuestra dieta nos lleva a acabar forzándonos a comer cosas que no nos gustan. Si una gran parte de nuestra rutina consiste en comer cosas de mala gana, nos dificultará regular las cantidades de comida necesarias y creará una asociación negativa con el ejercicio. No pasa nada por buscar alternativas a esas comidas que no nos hacen mucha gracia, aun si estas son algo menos saludables. Estar cómodo con lo que haces es tan importante como hacerlo.
Peor es incluso cuando por las mismas razones comemos cosas que directamente nos sientan mal. El metabolismo de cada persona es un mundo y no todas las dietas pueden venir bien por muy recomendadas y probadas que estén. Si algo te sienta mal retíralo de la dieta, sea lo que sea.
3 La hidratación es muy importante
La hidratación es fundamental en una rutina de entrenamiento. Ayuda a la digestión y asimilación de nutrientes, algo esencial para tener fuerzas en el momento de realizar un esfuerzo físico, así como compensar la pérdida de líquidos que este esfuerzo conlleva.
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4 No comas en exceso antes de entrenar
Hay muchos que recomiendan lo contrario, comer abundante alrededor de una hora antes de empezar el ejercicio. Sin embargo eso solo tiene sentido cuando hablamos de culturismo, para los que no llevamos el entrenamiento tan al límite la realidad es diferente. Si vas a comer mucho lo mejor es hacerlo tres o cuatro horas antesdel entrenamiento para que tu cuerpo tenga tiempo de procesarlo y no te dé problemas. Sí que puedes comer pequeños snacks antes de entrenar, como una barrita de cereales, frutos secos o yogur, para calmar un poco el hambre, pero más allá de eso, es mejor llegar al entrenamiento sin el estómago lleno. De lo contrario te arriesgas a problemas de digestión, cansancio o dolor en la zona abdominal.
5 Comidas de recuperación
Otra de las razones por las que es importante no comer mucho justo antes de entrenar es lo bien que viene hacerlo justo después. Una sesión de estiramiento acompañada de una comida de recuperación es lo mejor que puedes hacer para evitar lesiones y ayudar a tu musculatura a recuperarse. No tiene por qué ser una comida especialmente pesada, pero esto irá en función de las necesidades de cada uno y de la intensidad del ejercicio realizado.
6 Proteínas e hidratos de carbono para ejercicios exigentes
Este es un verdadero topicazo en lo que a dietas para entrenar se refiere, pero es un hecho que las proteínas y los hidratos son las comidas que más ayudan a ganar masa muscular. Es importante recordar que esto no se limita a comer mucha carne y pasta, también hay alimentos que permiten hacerla incluso siendo vegano, como legumbres, arroz integral o patatas.
7 Los días de saltarse la dieta están permitidos
Que la dieta no te impida hacer vida relativamente normal. No vas a echar nada a perder por darte un capricho un día, siempre y cuando no sea costumbre. A veces puede ser difícil ir a una comida familiar o con amigos y seguir manteniendo con detalle qué comes y cuánto. La salud mental es más importante que querer estar en buena forma, no hay que pasar un mal rato ni tratar de compensarlo por salirse del camino marcado algún que otro día. Hace falta mucho más que un día de pizza y helado para tirar por tierra una buena rutina.
8 Ajusta tu alimentación a tus necesidades, no caigas en dietas generalistas
Adapta la dieta a ti, no te adaptes tú a una dieta. Aunque siempre está bien buscar dietas detalladas que prometen muy buenos resultados, lo mejor y más inteligente es comer en función de lo que tu cuerpo necesite y de los objetivos marcados. Pero ten en cuenta todo antes de empezar: tu altura, tu peso, tu complexión, tu metabolismo, tus alergias y hasta tus gustos y tu economía. Muchos factores entran en juego para decidir lo que contiene una alimentación ideal. Y ten una cosa más en cuenta: las dietas nunca son verdaderamente fiables al 100%.